En las playas de la Costa de Oro en Australia, una mujer quedó totalmente fascinada con un extraño animal de llamativo color azul, el cual tuvo la oportunidad de captar con su cámara sin tener claridad de lo que se trataba.
Lucinda Fry tuvo la suerte de filmar y ver con sus propios ojos a un glaucus atlanticus, mejor conocido como dragón azul, una muy poco avistada babosa marina que puede llegar a medir máximo tres centímetros y al igual que muchos otros animales de color intenso, posee un fuerte veneno para su defensa.
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Son una especie muy extraña ya que flota boca abajo utilizando la tensión superficial de la superficie del agua. Para protegerse de sus depredadores, tanto marinos como de aquellos que vuelan, el dragón azul utiliza una forma de camuflaje conocida como contrasombra en la que diferentes tonalidades de un mismo color en el cuerpo de los animales, les permite mimetizarse en sus alrededores. En el caso de esta babosa marina, su gama de color azul le permite ser poco visible en la superficie del mar.
El dragón azul se alimenta de otro animal venenoso, la medusa conocida como agua mala, botella azul o fragata portuguesa, cuyo veneno no afecta en absoluto a esta babosa marina azul como si lo hace a los humanos.
Para aquellos que tengan la oportunidad encontrarse con este exótico animal en las costas de Australia, Suráfrica o Mozambique, se les recomienda no tocarlo ya que su picadura es muy dolorosa.
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