Luego de su notoria pérdida de peso después de haber dado a luz al pequeño Saint, Kim Kardashian opacó a una novia famosa en una lujosa boda llevada a cabo en Miami el sábado pasado.
Kim llegó con un sensual traje a la boda de su amigo el empresario de clubes nocturnos Dave Grutman, quien contrajo matrimonio con la modelo brasilera Isabela Rangel en una ceremonia a la que asistieron muchas celebridades del modelaje y el mundo de la música.
Sabiendo que tiene mucho que mostrar y más ahora que esta ganándole la batalla a los kilos de más, la diva de 35 años lució un ajustado corsé negro de profundo escote que hacia sobresalir su busto con copas que parecían ser más pequeñas de lo que realmente ella necesita.
En su cuello Kim Kardashian lucía una hermosa gargantilla de diamantes que fue un regalo pedido por ella misma a su esposo Kanye West un mes antes del nacimiento de Saint. Al parecer el rapero le concedió el deseo a la estrella de “Keeping up with the Kardashians” pagando un millón de dólares por el regalito.
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Kim y Kanye llegaron juntos a la boda, pero antes de ser fotografiados por lo numerosos paparazis que los esperaban, se tomaron varias selfies algunas muy atrevidas para luego compartirlas en las populares cuentas de Instagram y Snapchat de Kim.
Muy orgullosa con los resultados de su dieta, el mes pasado Kim reveló a través de su aplicación que ha perdido cerca de 20 kilos y espera rebajar otros 12. Aunque su busto ha disminuido un poco, aún sigue siendo una de las partes favoritas de la diva para llamar la atención en cualquier evento.