Muchas personas podrían pensar que el escándalo de la divulgación del video íntimo de Luly Bossa en el año 2001 fue la peor situación por la que la actriz barranquillera ha atravesado en el transcurso de su vida, pero a pesar de ser una reconocida personalidad de la farándula colombiana, lo que vino después para la actriz ha sido mucho más doloroso.
Aunque Luly Bossa ganó la batalla legal en contra de Graciela Torres, “La Negra Candela” quien difundió por televisión el polémico video y tuvo que pagar 80 millones de pesos a la actriz, su carrera y reputación se vieron muy afectadas aunque esto no fue lo más duro.
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En una entrevista para el programa “Se dice de mí” del Canal Caracol, Luly narró cómo su vida se fue enredando cada vez más cuando tuvo que enfrentar el escándalo del video con cinco meses de embarazo y un niño de sólo 8 años, quien debido al revuelo del video fue víctima de humillaciones y matoneo en el colegio, lo que le generó resentimiento contra su madre y problemas emocionales, que lo empujaron con los años a las drogas.
Pero los problemas no pararon allí, Luly Bossa tuvo que enfrentarse con una de las peores noticias que puede recibir una madre, el diagnóstico de una enfermedad incurable en un hijo.
Ángelo, el hijo menor de Luly, empezó con extraños problemas de salud a los cinco años, pero sólo cuando tenía 10 y después consultar con numerosos especialistas, se logró determinar que el pequeño sufría de una enfermedad genética conocida como distrofia muscular de Duchenne, manifestada principalmente por la debilidad extrema de la pelvis y piernas.
En la actualidad Ángelo es un adolescente que enfrenta la vida en silla de ruedas, mientras Luly Bossa libra otra pelea legal, pero esta vez para que su EPS cubra los gastos de la enfermedad de su hijo, que por ser tan poco frecuente sólo fue reconocida para su tratamiento por el Ministerio de Salud hace algunos años.
Sin duda alguna la fortaleza con la que Luly Bosa ha enfrentado la vida durante los años siguientes al escándalo, ha sido ejemplar y muestra que en el mundo del entretenimiento no todo es un jardín de rosas.