Una habitante de Beverly Grove en Los Ángeles decidió hacer una limpieza y reorganización de un closet de su casa, cuando encontró algo inesperado que estaba viviendo allí dentro de una enorme bolsa plástica negra.
La dueña de la casa, Tara McVicar, halló una zarigüeya que al ser descubierta emitía una especie de gruñido, mostrando sus dientes con agresividad y listo para pelear. Pero lo que más sorprendió a Tara fue darse cuenta que realmente se trataba de una zarigüeya hembra que vivía en su closet junto a sus 10 pequeñas crías, parte de ellas sujetas al lomo de su madre.
Las zarigüeyas son mamíferos de la familia de los marsupiales capaces de esconderse en zonas de difícil acceso y cavidades.
Después de intentar sacar la zarigüeya con una escoba, la mujer desistió de la idea al ver lo agresivo que se ponía el animal, que muy seguramente ingresó a su casa a través de una puerta que Tara dejaba abierta para que el conejo de su hija entrara.
Utilizando la jaula del conejo, Tara sacó a varias de las zarigüeyas bebés y las dejó afuera de la casa haciendo que la zarigüeya mamá decidiera abandonar el closet en busca de sus otros pequeños.
Afortunadamente la zarigüeya recuperó a todo sus bebés y se fue del lugar sin ningún daño.